La propuesta y semilla del taller es generar un espacio de libertad y comunión con el propio cuerpo, con el del otro, y con las otras parejas que circulen a nuestro alrededor.
Así como el Tango fue en su origen un medio de expresión y resistencia de los pueblos esclavizados, nuestro taller intenta reconectarnos con ese deseo primario de libertad y con el placer de improvisar, desde las sensaciones, buscándonos y reencontrándonos en la creación grupal.
Se utilizan en primer lugar ejercicios de conciencia corporal, elongación y respiración para preparar el cuerpo para la entrega.
También se trabaja sobre la técnica y las formas del tango, valiéndonos de lo tradicional y moderno para encontrar nuestro propio estilo
Además hay un espacio importantísimo destinado a la percepción musical, aprovechando la riqueza sonora del tango y las distintas variaciones que podemos hacer sobre una misma obra.
Ritmos, melodías y calidades pueden imprimirse al movimiento o a la quietud a partir de nuestra interpretación musical.
Finalmente se utilizarán estos recursos para jugar, contar, e inventar la nueva y única danza que brota en un abrazo a la luz de la primera nota del tango.
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